martes, 1 de mayo de 2012

Crónica del Festival de Cine de Autor de Barcelona 2012 - Día 4

por Alberto Burgos

Ayer el D’A cumplía su cuarta jornada y lo disfrutamos repartiéndonos dos películas, mientras yo asistía a ver la portuguesa Sangue do meu sangue (2011) de João Canijo y Dani disfrutó de Life Without Principle del gran Johnnie To.

Sangue do meu sangue


Márcia es madre soltera de dos hijos, trabaja como cocinera y comparte su casa en un barrio periférico de Lisboa con su hermana, Ivete, peluquera en un centro comercial. Un día, Cláudia, su hija, que estudia enfermería y trabaja como cajera en un supermercado, le cuenta que se ha enamorado de un hombre casado mayor que ella. Un apasionado relato familiar con todo el espíritu de los grandes melodramas.

João Canijo, el director de la película, que estuvo presentándola antes de empezar, dijo algo que le viene como anillo al dedo, “puede que la película si o puede que no, pero los actores están esplendidos ya que se trabajo con ellos durante dos años”. Justo esa es la sensación que te queda tras su visionado, la película ni fu ni fa pero las actores están perfectos, todos y cada uno de ellos. El problema con la historia es que es demasiado melodramática de domingo por la tarde, no deja ni un espacio para un toque de comedia que rompiera un poco el tono de trascendencia y eso al durar casi dos horas y media se paga, demasiado rato sufriendo. En el tema actoral lo dicho, se notan esos dos años preparando los papeles, cosa normal teniendo en cuenta que la película es básicamente un plano secuencia tras otro donde tienen larguísimos diálogos que recitar. La sensación global es esa, un dramón pero increíblemente interpretado.

Nota: 5,5/10

Life Without Principle


En una gran compañía de banca tiene su pequeño despacho Teresa, que se dedica a la consultoría para todo tipo de clientes. El insaciable ansia de beneficios de la empresa la obliga a recomendar a los poseedores de pequeñas fortunas que depositen sus ahorros en inversiones de riesgo a sabiendas de que no es lo más adecuado para sus intereses. Buzzard es un delincuente de poca monta, aunque capaz de ejecutar actos de violencia, relacionado con las tríadas. Con el objetivo de ayudar a un amigo envuelto en problemas con la justicia, planeará robar a uno de los clientes de Teresa. Cheung Jin Fong, por su parte, es un honrado inspector de policía de clase media cuya pareja le conmina a adquirir una lujosa vivienda para compartirla con él. Además, su padre, moribundo, desea que se haga cargo de una hermanastra a la que ni siquiera conoce. Un botín de cinco millones de dólares limpios irrumpirá en sus vidas y los situará frente a complejos dilemas morales.

Ya convertida en la penúltima película de Johnnie To, Life Without a Principle, se vale de la crisis económica para construir un thriller bien hilvanado marca de la casa. Protagonizado por tres personajes, cuyas respectivas historias confluyen, una empleada de banco, un gangster de poca monta y un policía, la película critica de manera clara y sencilla el funcionamiento de los bancos y carga su tinta contra ellos. No es una película de denuncia en si ni mucho menos, pero si que viéndola se carga uno de razones para afirmar que son los ladrones (legales) más grandes que hay sueltos. El reparto, como es habitual está lleno de nombres Milkyway (aunque se echa de menos a Lam Suet) como Richie Ren, Cheung Siu-Fai o Lau Ching-Wan, una vez más estupendo, aquí además con un personaje complicado a causa de un tic ocular, dejando una sensación de realidad muy marcada. En general, una más que interesante película de uno de los mejores directores de Hong Kong y que pese a no ser tan buena como otras anteriores, el nombre Johnnie To te da cierta sensación y calidad. Y es que nos ha malacostumbrado tanto que pasan estas cosas.

Nota: 7/10

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